Casi por arte de magia, cada uno de los integrantes de la Cantata Elay cambió de vestuario de manera instantánea y sin tener que salir del escenario, gracias a la indumentaria elaborada por estudiantes y docentes de la carrera de Diseño y Gestión de la Moda de la UPSA quienes, por segundo año consecutivo, se unieron a la Orquesta Filarmónica de Santa Cruz de la Sierra.

Participaron cerca de 60 estudiantes entre 18 a 20 años, y dos docentes guía: Paulo Silva y Claudia Jarandilla. La caracterización significó una gran oportunidad para los estudiantes de la UPSA, con diseños alternativos que permitieron a los actores tener versatilidad en escenario y libertad de movimientos.

Para Raquel Clouzet, Jefa de Carrera de Diseño y Gestión de la Moda, el diseño de los trajes significó todo un reto. “Se tenía que permitir la acción de movimiento, entonces optamos por hacer trajes que tengan una estética bastante simple; que sean parte de la escenografía y que pudieran transformarse sin que los actores deban salir del escenario. Una parte fundamental es el uso del color, que se constituye en una especie de mensaje para que las personas puedan ir trasladándose por la historia de Santa Cruz de la Sierra”, señaló Clouzet.

“No queríamos diseñar y confeccionar vestuarios que sean copia de trajes típicos y tampoco queríamos utilizar elementos visuales que ya son relacionados con el Oriente de Bolivia. En este sentido, hemos trabajado sobre un elemento de fusión entre lo que se conoce y una propuesta diferente”, añadió Clouzet, respecto a este compromiso con el arte que muestra en otra dimensión a la carrera de Diseño y Gestión de la Moda de la UPSA.

 

 

Julio Kempff, relator original de la Cantata Elay, y el reconocido actor Carlos Ureña, usaron trajes confeccionados que gran versatilidad. Al tratarse de los protagonistas utilizarán algunos accesorios que otorgan una imagen distinta al resto de los integrantes. En el caso de la bailarina Vanessa Méndez, la vestimenta requirió mayores detalles. Cada prenda exigía mayor movimiento y caracterización

El resto de los actores ingresó con todo el vestuario puesto y que lo fueron retirando capa por capa. La atención a la antropometría y ergonomía fue un factor decisivo al momento de diseñar y confeccionar las piezas, con una estética simple que combina con todos los elementos de la obra.

La realización del trabajo comenzó hace tres meses, en tres etapas: la primera, basada en el estudio del guion y la investigación de la Cantata Elay de 1994; la segunda, con la definición de la estética y el armado de la propuesta; y la tercera con la elaboración de los bocetos y confección de cada traje.